martes, 16 de febrero de 2021

No importa lo pesimista o depresivo que uno sea, si te ponen una pistola en la sien, no le recitas al asesino un poema de Kavafis. 

A pesar de lo cual sería magnífico que nuestras últimas palabras fueran aquellas de «Son los esfuerzos nuestros como los de los troyanos»...

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