miércoles, 24 de febrero de 2021

Matar está moralmente sobredimensionado, matar es simplemente como desenchufar un electrodoméstico o romper una taza sin querer. Lo más difícil es obligarse a recoger los trozos, pero las tazas se rompen prácticamente solas, basta con mirarlas muy indignadamente o agitarlas un poco.

Porque matar no es lo peor que se le puede hacer a un ser humano; por lo común, lo peor que se le puede hacer a un ser humano es amenazarlo con la muerte, la suya o la de un ser querido, pero no en sí el matarlo, aunque esto depende naturalmente de su sensibilidad para con los sustos.

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