domingo, 28 de marzo de 2021

Todavía estoy dándole vueltas al asunto del nacer. Tengo la intuición de que podría haber hecho algo, de que nacer es una debilidad de carácter, de que nacemos porque nos dejamos nacer. Es un hecho que si yo no me hubiese dejado parir, por ejemplo, no habría nacido...

¿Qué podría haber hecho para no nacer, o qué puedo hacer para desnacer? Si no hay nada que pudiera haber hecho, ¿a qué viene este lamento? Si no puedo hacer nada, ¿por qué le exijo a mi espíritu una condición de vitalidad tan impensable y desoladora? Pero estoy vivo, y no conozco mejor exaltación de la vida que la obsesión por la muerte, ya que es lo único que nos la dulcifica. Una paradoja es un paliativo. Y como todo paliativo, nos ata a un confort sin destino.



No hay comentarios: