jueves, 22 de febrero de 2024

Mainländer

—Dedícate a la metafísica —le sugirió a Philipp Mainländer su madre en el lecho de muerte, con el único afán de socorrer su alma, dispersa en la más feroz y negra de las depresiones—, eso por lo menos te distraerá de tus malas pulsiones y quizá encuentres un alivio en la plena dedicación filosófica. Yo me iré pronto, y necesito saber que tú estarás bien, dedicado a santos y elevados pensamientos.

Su padre quería que fuera comerciante.

lunes, 19 de febrero de 2024

El morbo de la araña

Contempló la perfecta telaraña, su maravillosa artesanía: los hilos, finísimos pero resistentes, como cuerdas tensadas de un instrumento indescifrable, parecían tejidos con cuarzo puro. Luego observó, en un rincón apartado de su obra, a la enorme y negra araña, dilatando incansable los dominios de su cárcel. A través de los hilos, la araña se deslizaba en inconsciente danza, como si navegase por la luz reflejada en el bellísimo tejido. 

Algo mínimo, sin embargo, una insignificante vibración  en sus redes, alarmó a la araña, que abandonó sus quehaceres de artista para girarse hacia el hombre que la observaba. Sus múltiples ojos, oscuros pero con una extraña aureola pálida alrededor, lo reflejaron un segundo, bebiéndose con la mirada la fuente misteriosa de su ser y fragmentándolo en infinitas sombras. El hombre, que hacía tan solo unos pocos segundos meditaba ajeno sobre la telaraña, se supo de pronto convertido en una eterna presa: la araña, golosa, corrió hacia la primera de sus infinitas sombras y le vomitó un amargo ácido encima, disolviéndola en una pasta amarilla.

El corazón del hombre dudó un instante, pero en seguida aceptó la condena como la forma más sutil de la huida. Sombra a sombra, fragmento tras fragmento y misterio tras misterio, la araña se pasaría la eternidad alimentándose de la más perfecta de las presas, sorprendida por la maravillosa fuente inagotable de placeres que había encontrado: los tendones, grasientos y reblandecidos, le parecían un regalo de los dioses dentro de su boca.