sábado, 22 de octubre de 2022

El olvido de Iván Illich.

Lo más humillante no fueron las mentiras; lo más humillante no fue el dolor; lo más humillante no fue la muerte; lo más humillante fue que todo el mundo se olvidó de él. ¿Quién es Iván Illich?, preguntaban los que  habían sido sus amigos y sus compañeros si aparecía un informe o un documento firmado con ese nombre, archivado al fondo de una estantería polvorienta, donde convivía con todo tipo de instancias y apelaciones anacrónicas y caducas. A su familia le ocurrió lo mismo: sus hijos se olvidaron de su apellido y su mujer, naturalmente, terminó por olvidarse hasta de que tenía hijos, razón por la cual éstos terminaron por sentirse huérfanos y desahuciados y atesorando un gran rencor hacia el sistema. Para el universo fue como si Iván Illich nunca hubiese existido. Y llegó un día en que hasta para el propio universo fue como si el universo nunca hubiese existido. La entropía no perdona ningún informe. Amén.

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