domingo, 11 de abril de 2021

El mundo como Voluntad y Representación, de Arthur Schopenhauer.

«El brahmanismo y el budismo, que enseñan al hombre a considerarse a sí mismo como el propio ser originario, el Brahma al que es ajeno todo nacer y perecer, conseguirán mucho más que aquellas que lo consideran hecho de la nada y piensan que su existencia ha sido recibida de otro y comienza realmente con el nacimiento. Conforme a ello, en la India encontramos una confianza y un desprecio de la muerte de los que no tenemos idea en Europa. Es de hecho delicado imponer al hombre mediante una inculcación temprana conceptos débiles e insostenibles en este asunto tan importante, y hacerlo así para siempre incapaz de asumir otros más correctos y plausibles. Por ejemplo, enseñarle que hace poco surgió de la nada, que por lo tanto no ha sido nada durante una eternidad, y que sin embargo va a ser inmortal en el futuro, es como enseñarle que, pese a ser obra de otro, ha de ser responsable de su hacer y omitir por toda la eternidad. En efecto, si más tarde al que tenga un espíritu profundo y una reflexión penetrante se le impone el carácter insostenible de tales doctrinas, | no tiene nada que poner en su lugar, ni siquiera es ya capaz de entenderlo, y pierde así el consuelo que también la naturaleza le había destinado como compensación de la muerte». 

No hay comentarios: