lunes, 5 de noviembre de 2018

Adiós a las armas, de Ernest Hemingway.

«Cuando los individuos se enfrentan con el mundo con tanto valor, el mundo sólo los puede doblegar matándolos. Y, naturalmente, los mata. El mundo quiebra a los individuos, y, en la mayoría, se les forma cal en el lugar de la fractura; pero a los que no quieren dejarse doblegar entonces, a éstos, el mundo los mata. Mata indistintamente a los muy buenos, y a los muy dulces, y a los muy valientes. Si usted no se encuentra entre éstos, también lo matará, pero en este caso tardará más tiempo».

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