sábado, 3 de noviembre de 2018

Admitámoslo: incluso feos, sosos, tontos, deprimentes y apáticos, a todos nos ha traicionado alguna vez la expectativa y el deseo de follar. «Uno puede dudar absolutamente de todo, afirmarse nihilista y sin embargo, caer enamorado como el más grande de los idiotas» escribió Cioran. Pero Cioran fue demasiado pijo como para escribir la palabra «follar». Es irónico: actualmente, casi nadie lee a Cioran más que para citarlo y conseguir follar. Con el tiempo, un escritor, por audaz que éste sea, se ve reducido a dos posibilidades: a convertirse en material de eslóganes publicitarios o a citas para conseguir follar. Y Cioran quizá sea acaso el escritor más fácil de citar en toda la historia de la literatura.

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